El regreso a los entrenamientos de Ariel Ortega provocó el reencuentro con un plantel riverplatense rebosante de alegría por la victoria en el superclásico ante Boca Juniors, en tanto que la figura de ese encuentro, Gonzalo Higuaín, de nacionalidad francesa, ya manifestó su deseo de jugar para el seleccionado argentino. Su presidente, José María Aguilar, de vacaciones en España, se subió al carro del triunfo y dijo que desde que asumió “se ganaron más superclásicos de los que se perdieron”.

      EL BURRITO, DE VUELTA. Después de una semana de licencia, El Burrito se reintegró a las prácticas, pero ya embarcado en un tratamiento que se está realizando para resolver un problema personal. Aún no se sabe cuando será el regreso de Ortega a las canchas, ya que River jugará el jueves en Brasil ante Atlético Paranaense el partido de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana (la ida fue derrota por 1 a 0 en el Monumental) y a su regreso el plantel quedará concentrado en un hotel de Pilar. Es que, por el recital de Robbie Williams, deberá mudarse de Núñez para preparar el partido ante Banfield, el domingo a las 16.10, en el Florencio Sola, por la undécima fecha del torneo Apertura. 

      PIPA ARGENTINA. El Pipita Higuaín fue otro foco de atracción en la cálida mañana del Monumental y el delantero se destapó con una bombita: le gustaría jugar en el seleccionado argentino. Esto lo confirmó su representante, Norberto Recassens, quien además ejerce la misma función con el entrenador del seleccionado, Alfio Basile. “Todavía no hubo contactos”, argumentó Gonzalo Higuaín, pero el técnico Daniel Passarella ya le recomendó que elija la camiseta celeste y blanca antes que la francesa.

      “Me siento más argentino que otra cosa, porque no sé hablar una palabra en francés”, contó El Pipita, quien vivió apenas hasta los diez meses en la ciudad portuaria de Brest, donde su padre jugaba en el equipo homónimo. En setiembre del 2005, cuando sólo llevaba cuatro partidos en la primera de River, Gonzalo fue convocado para el seleccionado sub 17 argentino, pero para poder jugar oficialmente necesitaba el documento nacional de identidad argentino. Después de consultarlo con su padre, ambos les comunicaron a los responsables de esos planteles, el entrenador directo, Miguel Tojo, y el supervisor, Francisco Ferraro, que por el momento Gonzalo iba a mantener sólo su ciudadanía francesa.

      Pero ahora su situación es distinta. La mitad de su pase fue vendido a un grupo empresario inglés por seis millones de euros, aunque recién emigrará de River en junio del 2007. Es una de las máximas figuras del conjunto del Kaiser y su doblete ante Boca terminó por consagrarlo. “Yo le diría que elija el seleccionado argentino. Los franceses son muy fríos. Además, siempre tendrá la mejor hinchada”, fue el consejo que en las últimas horas le acercó Passarella.