No fue el mejor momento el que eligió el vicepresidente Julio Cobos para pisar Mendoza. De hecho, cuando salió ayer desde Buenos Aires se anunciaba que el Frente Cívico Federal rechazaría el endeudamiento pedido por Celso Jaque. Una hora y media después, cuando aterrizó, se enteró de que el radicalismo, el partido que, supuestamente, funcionaría como columna vertebral del Frente, se había dado vuelta y propició que el oficialismo lograra los votos suficientes para la media sanción. Sin embargo, mientras Cobos volaba, el intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, discutía con su par de Tunuyán, Eduardo Giner, y, al parecer, un legislador radical aceptaba algo a cambio de que modificara su voto y apoyara el endeudamiento.

    SÍ FÁCIL. “Los diputados no tienen que tener el sí fácil”. Con esa frase, Cobos mostró que no le gustó para nada que el Ejecutivo provincial lograra la media sanción del proyecto de endeudamiento gracias al voto del bloque radical. Sin embargo, ni Cobos ni el intendente Cornejo pudieron ignorar que es la segunda vez que ocurre que el radicalismo vuelca una decisión a favor del oficialismo y en contra del resto de los partidos que conforman el Frente Cívico Federal. Más aún, en la sesión que provocó el enojo, era conocida la orden de Cobos de no aprobar el proyecto tal como estaba. Sin embargo, el radicalismo, el mismo partido al que volverá formalmente el ingeniero una vez que abandone el Gobierno nacional, le dio la espalda e hizo caso omiso a su pedido.

    Debido a ello, Cobos salió a pedir más discusión y la toma de posiciones unificadas, “porque la gente votó al Frente Cívico, y por más que no asuman hasta mayo del año que viene, los actores son los mismos”, explicó el vicepresidente. De hecho, Cobos recordó que inicialmente hubo posición unificada de intendentes, de legisladores provinciales y nacionales cuando se pidió mayor esfuerzo a la hora de reclamar ante la Nación y que existiera una mayor profundidad en la discusión. Asimismo, sin nombrarlos, criticó a los intendentes de Capital, Víctor Fayad, y de Tunuyán, Eduardo Giner, por firmar el acta acuerdo con el gobernador Celso Jaque la semana pasada.

     En ese sentido, Cobos aseguró que “los intendentes, a lo mejor, tienen una situación complicada, pero creo que ellos hubieran obtenido el respaldo del conjunto si el tema se planteaba entre todos y no en forma asilada”, y explicó que no hubiera hecho falta el acta de compromiso. No sólo sobre los diputados e intendentes radicales llovieron palos, sino que también ligó Jaque, ya que Cobos se preguntó, si faltando dos meses para terminar el año se necesitan 420 millones de pesos, “¿cuánto faltará para el 2010?”.

    Por último, el vicepresidente aseguró que lo ocurrido en la Cámara Baja fue sólo un tropezón y que no significa que en el futuro el Frente Cívico tome posiciones no unificadas. En tanto, Cornejo aseguró que Mendoza está bajo un gobierno “muy malo” y una oposición de las mismas características, y agregó que especialmente el radicalismo, “es un lugar sin liderazgo claro y concreto y que no ordena nada”. No obstante, el intendente volvió a pedir a los dirigentes del Confe que retornen a la UCR y pidió que Cobos se imponga ante Juan Carlos Jaliff –titular del cobismo– y su tropa y les exija el regreso.

    COMPRA DE VOTOS. Para coronar la eterna interna del radicalismo y sus socios, uno de los miembros del comité electo y actual diputado, Roberto Infante, salió a acusar a su par radical Rubén Lázaro de haber cambiado su voto a último momento. Según explicó Infante, el legislador, muy cercano a Raúl Baglini, iba a votar en la misma posición que el Confe y que el radical Mariano Ficarra pero decidió cambiar su voto por “una promesa para después de que termine su mandato”.

    Incluso, Infante aseguró que eso fue confesado por algunos legisladores justicialistas. Además, recordó que el voto de Lázaro fue lo que permitió que el PJ obtuviera la media sanción con 32 unidades, lo mínimo que necesitaba para la aprobación. Sin embargo, Lázaro negó las acusaciones y contraatacó a Infante al asegurar que “él está acostumbrado a esas prácticas”.