Luego de encabezar la misa en conmemoración del Día de la Independencia en la parroquia María Auxiliadora de Corralitos, en Guaymallén, el arzobispo de la provincia, José María Arancibia, sostuvo que la Justicia y el Ejecutivo tienen “que integrarse para que se sientan estimulados y exigidos recíprocamente”. El prelado aseguró que este es el verdadero sentido de la democracia. “Si no se ponen de acuerdo en algunas cosas, es interesante que se lleve a una discusión, en lo posible, provechosa. Que cada uno reconozca lo que hizo bien y mal, y así demos pasos adelante”, subrayó.

     Con su expresión, Arancibia llamó a una pronta y saludable conciliación entre el gobierno de Julio Cobos y la presidencia de la Suprema Corte, a cargo de Jorge Nanclares, ya que la inseguridad se ha tornado, en los últimos tiempos, en un problema “demasiado largo”. La semana de cruces arrancó con la crítica de Cobos a los jueces por no establecer castigos adecuados para los delincuentes. Luego,Nanclares respondió con una dura misiva, acusando al Gobierno de improvisar en materia de seguridad. Por último, una lista con 16 casos de delincuentes reincidentes entregada por el ministro de Seguridad motivó que el jefe de la Corte acusara a Cobos de “autoritario” (ver aparte).

REFLEXIÓN.

     Minutos antes de dialogar con este diario, monseñor Arancibia dio la misa en la capilla de Corralitos, ante la presencia de vecinos, el gobernador y varios ministros de la gestión de Cobos. Al igual que el gobernador, quien dijo que “este –por el 9 de Julio– es un día importante para reflexionar y hacer evaluaciones de autocríticas de nuestras acciones”, el religioso dio una misa “hablando de amor a la patria”. “En general, tengo la impresión de que la gente no está desunida. Pero, bueno, hay diferencias que cuesta soportar, como los delitos y la violencia.

      Eso divide, asusta y acobarda a la gente. Hay que tener paciencia para resolver los problemas a los que nos enfrentamos. Yo tengo una palabra alentando al diálogo y alentando a que los problemas se puedan solucionar”, dijo. Luego de la misa, Cobos saludo al arzobispo y se dirigió, arriba de un Jeep, a un palco especialmente preparado para el desfile de los cuerpos especiales del Ejército. Ante unos 3.000 guaymallinos, el gobernador encabezó los actos.