La belleza de la Reina Nacional de la Vendimia precedió anoche a los carros departamentales con las 18 reinas de todo el territorio mendocino en el inicio de la Vía Blanca  que comenzó exactamente a las 22 horas luego del estruendo de unos fuegos artificiales y el paso de la Banda de Música de la Policía de Mendoza.

Le siguió la Reina del Agua y detrás de su transporte pasó una fumigadora que lanzó agua en millones de pequeñas gotas que refrescaron al público de ambos lados. Luego llegó la reina de la Capital como anfitriona de la fiesta. Estos y todos los carros que llegaron después se distinguieron con los colores patrios dando vida al año del Bicentenario.

Y después pasó Lavalle con sus deseados melones que fieles ayudantes arrojaron al aire para que el público los tomara, agolpándose por uno de ellos.

En esta oportunidad, cientos llegaron munidos de palos muy largos que en uno de sus extremos habían clavado el forro de plástico de las damajuanas improvisando canasta para acercarlos a los carros y tratando que allí les colocaran algo de las manzanas, uvas, melones o vinos que repartían.

Todos los carros, tirados por potentes y modernos camiones, mostraron imaginación en sus recursos:  mundos, racimos, viñedos, palomas, esplendores diversos.El de Malargüe, por ejemplo, tenía también una parrilla donde asaban ricos chivos cuyas presas entregaban al público.

Las reinas, que contaban con micrófonos y potentes equipos de audio, saludaban al público y dialogaban con la gente.

Mientras que por la avenida San Martín transitaban los primeros carros, en los alrededores, por ejemplo en calle Rioja y Alem y otras intersecciones, se movilizaban cientos de mendocinos que pugnaban por subirse a un micro, muchos de los cuales habían cambiado el recorrido debido que no se podía atravesar San Martín. Todos estos casi sin rumbo y resignados por las demoras, se mezclaban con otros cientos que, tarde, llegaban a la fiesta en el centro. Matizaban las horas nocturnas, en ese lugar,  fuertes sirenas de ambulancias que no se sabía que destino tenían.

En tanto, en la fiesta, todo era fervor, alegría, gritos, apretujones, simpatías que no dejaban de sorprender una y otra vez a los turistas.

Otra de las notas de la noche fue la rapidez con que pasó la caravana de reinas. Todo terminó en una hora 10 minutos.

La gente, un poco más que en otros años, se dio cita en el centro para dar cuerpo otra vez a esta tradición admirable: la Fiesta de la Vendimia, la Fiesta del Trabajo, del campo mendocino, de la vitivinicultura, del vino…

OTROS DETALLES

Como todos los años estuvieron presentes Reina y Virreina Nacional de la Vendimia acompañadas por la anfitriona de la Ciudad y las diecisiete candidatas departamentales al cetro nacional; cada una de ellas desfilando en el carro correspondiente a su departamento.

En la edición 2010 y en el año del Bicentenario de la Revolución de Mayo, nuevamente nuestra identidad y nuestro arte popular tomarán las calles de la ciudad, donde miles de mendocinos y turistas serán participes de esta noche.

El recorrido de Vía Blanca inició en la intersección de las calles Colón y San Martín, los carros y sus reinas desfilaron por Avenida San Martín hasta Las Heras. Continió el recorrido hacia la Plaza Independencia por calle Chile, para finalizar en las calles Sarmiento y Belgrano de Ciudad.

Haciendo Historia…

Este tradicional desfile de carruajes y reinas departamentales previo a la noche de la elección surgió en 1939. La Fiesta acrecentó su programa de actos sumando un desfile nocturno con carros y candidatas departamentales que se llamó “Corso de Fantasía de la Avenida San Martín” y que funcionó como antesala de la elección de la Reina.

El colorido desfile de ese año contó con la presencia de las mismas carrozas del Carrusel pero adornadas con papel picado y serpentinas, más cercanas al espíritu carnavalesco que a los festejos vendimiales. Es por ello que en 1940, los organizadores decidieron otorgarle una característica diferencial. Al ser un desfile nocturno, se estipuló que los carros debían ser iluminados con luces blancas. Así nació la denominación “Vía Blanca”.

Año a año, fue ganando el reconocimiento del público hasta convertirse en uno de los momentos más esperados de la Fiesta de la Vendimia.