La reunión entre el presidente de EEUU, Barack Obama, y el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, en la Casa Blanca completa el proceso de normalización de los lazos entre los dos países.

Tras llegar a la Casa Blanca, el presidente estadounidense expresó su intención de restablecer unos lazos que habían quedado muy dañados después de que Zapatero anunciara, inmediatamente después de su llegada al poder, en el 2004, la salida de las tropas españolas de Irak.

Durante el mandato del anterior presidente estadounidense, George W. Bush, Zapatero nunca fue invitado a la Casa Blanca.

Obama, en tanto, resaltó desde el primer momento que había “un nuevo comienzo” en las relaciones. Uno de sus gestos iniciales en su primer viaje a Europa, en abril, fue mantener una reunión bilateral con Zapatero en Praga, durante la cumbre anual Unión Europea-EEUU.

Los dos líderes demostraron allí una buena sintonía personal que ha continuado a lo largo de los meses.

Según declararon fuentes estadounidenses, la reunión se desarrolló en un clima “muy cordial”, en el cual ambos mandatarios pudieron conversar en un intercambio “muy cómodo”, sólo dificultado por la necesidad de emplear intérpretes.

En un momento dado, Obama se lanzó incluso a pronunciar algunas palabras en español, según las fuentes.

“Los dos comparten una visión de la política, no hay roces. Hay algunos asuntos en los que podemos no estar de acuerdo al cien por ciento, pero siempre se puede hablar”, explicaron las fuentes estadounidense.

Para Moncloa, esta entrevista supone pasar página a los años de desencuentros vividos con la administración de George W. Bush y la culminación de una nueva etapa de las relaciones entre España y Estados Unidos.

Demuestra, además, que la apuesta del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero por el multilateralismo y el diálogo en política exterior, cuestionada en su momento, gana peso en el concierto internacional, ya que la principal potencia sigue ahora esa línea.

Para el Ejecutivo, España ha dejado de querer desempeñar un papel que no le correspondía y está consolidando ahora su lugar en el contexto internacional.

Las fuentes consultadas por Efe recordaron que España está presente en los tres grandes foros vigentes en la actualidad: el que diseña la nueva arquitectura financiera en el G-20, el de la nueva Europa y el que trabaja en la nueva estrategia de seguridad mundial, junto a Estados Unidos y Rusia.

Una señal más del buen estado en que se encuentran las relaciones es el anuncio de que el rey de España, Juan Carlos I, se desplazará también a Washington para una reunión con el presidente estadounidense antes de fin de año.

La tarea de fijar una fecha específica se ha visto complicada por la concesión del premio Nobel de la Paz a Obama, que viajará a la ceremonia de entrega del galardón en Oslo el 10 de diciembre y que no descarta estar presente en la reunión de Copenhague sobre cambio climático, prevista del 7 al 18 de ese mes.

En la reunión abordaron asuntos como América latina, Irán, Oriente Medio y Afganistán.

El presidente del Gobierno español expresó su disposición a hacer “el máximo esfuerzo” en la formación de las fuerzas de seguridad en Afganistán, tarea que lleva a cabo la Guardia Civil, y adelantó que realizará “una contribución importante”.

Ambos mandatarios dedicaron también parte de su conversación a abordar el cierre de la prisión de Guantánamo, de donde España ha expresado su disposición a acoger algunos presos, aunque no quisieron dar detalles de lo hablado.

Los dos mandatarios analizaron la situación en Oriente Medio, donde Zapatero viajó inmediatamente después de su reunión con el mandatario estadounidense.

También dedicaron buena parte de la reunión a la economía y resaltaron que si EEUU es el principal inversor extranjero en España, España fue el tercer mayor inversor foráneo en suelo estadounidense en el último trimestre.

Obama y Zapatero abordaron también la situación en América latina, con especial referencia a la crisis en Honduras, según las fuentes, que agregaron que los dos líderes repasaron cuáles son las esperanzas respecto de la presidencia española de la UE el próximo semestre.