Los juicios por abusos sexuales de menores están ganando terreno en los últimos meses en los pasillos de Tribunales. Ayer, la Primera Cámara absolvió a un hombre de 35 años, quien se sentó en el banquillo de los acusados y escuchó cómo la fiscal Susana García no lo acusó por el hecho que estaba siendo juzgado. Al jornalero se lo acusaba de violar a dos menores de 7 y 8 años, ambas hijas de él. Los hechos que llevaron a imputar al hombre por abuso sexual agravado reiterado se habrían producido durante el 2002 y el 2003 en un domicilio de Rodeo del Medio.

    La esposa del imputado fue quien realizó la denuncia el 2 de enero del 2003, un día después de perpetrada la segunda de las violaciones. Según lo expresan los expedientes, en una de las oportunidades, la mujer vio a su hija mayor desnuda sobre la cama y a su esposo encima de la nena abusando impunemente de ella. Luego, el 1 de enero del 2003, alrededor de las 22, la madre de las víctimas estaba durmiendo en su cama y, al despertar, observó a su hija menor tirada en el piso sin su ropa interior.

    Ante esta situación, la mujer preguntó a la niña de 7 años porqué estaba desnuda y la nena le respondió que su padre había tocado sus genitales con los de él, y que, posteriormente, el hombre se había acostado a dormir. El tribunal unipersonal de la Cámara en lo Criminal estuvo presidido por Julio Carrizo.