El director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antigua KGB), Nikolái Pátrushev, comunicó delante de las cámaras de televisión al presidente de Rusia, Vladimir Putin, la eliminación del “terrorista numero uno” del país. Según Pátrushev, el jefe guerrillero fue abatido con varios de sus hombres en el territorio de la república Ingush, cuando preparaban un atentado terrorista para ensombrecer la cumbre del Grupo de los Ocho (países más industrializados) que se inaugura la próxima semana en San Petersburgo.

      “Este es el castigo que los bandidos merecieron por nuestros niños en Beslán, en Budiónovsk, por todos los actos terroristas que perpetraron en Moscú y otras regiones de Rusia, incluidas la república Ingush y Chechenia”, dijo Putin tras recibir el informe. Pátrushev explicó al jefe del Kremlin que los servicios secretos dieron con la pista de Basáyev gracias al trabajo realizado “en países donde se reunían armas” para la guerrilla chechena.

     Sin muestras de euforia, como se pudo apreciar en la imágenes difundidas por la televisión, Putin pidió felicitar a todos los participantes en la operación, pero al mismo tiempo advirtió que “la amenaza terrorista sigue siendo muy grande” y que, por tanto, no se puede bajar la guardia. El viceprimer ministro de la república Ingush, Bashir Aushev, dijo a la agencia Interfax que Basáyev murió en la madrugada de ayer en la localidad de Ekáyevo durante una operación “minuciosamente planeada”.

      “Hubo una gran explosión y todos los que estaban cerca quedaron destrozados”, dijo Aushev, quien señaló que el jefe guerrillero fue identificado por los restos de su cabeza y la prótesis de la pierna derecha, que perdió en combate a comienzos del 2000. Esta mañana, un portavoz policial ingush había informado que al menos cuatro guerrilleros habían muerto al producirse “una explosión espontánea” de un camión cargado con explosivos en Ekáyevo.

     “Lo más probable es que Basáyev haya muerto casualmente y no como resultado de una operación de los servicios secretos”, opinó la conocida periodista rusa Yulia Latínina, en declaraciones a la radio Eco de Moscú. El centro de prensa del FSB informó, además, que “fueron liquidados otros doce guerrilleros”.