Bañarse, dormir mucho, y otros hábitos que no siempre están tan bien.

1. Mito: Puedes recuperar las horas perdidas de sueño de la semana el fin de semana.

Verdad: Necesitas dormir de 7 a 8 horas diarias.

¿Por qué? Especialistas de la Universidad de Pittsburgh llevaron a cabo investigaciones que demostraron que una persona necesita dormir en un patrón regular para mantenerse saludable. Romper el ritmo natural del despertar y de dormir puede conducir a enfermedades del corazón y diabetes tipo 2.

2. Mito: El microondas destruye todos los componentes sanos en tu comida.

Verdad: La radiación del microondas no rompe átomos o moléculas.

¿Por qué? Los expertos en la Universidad de Harvard creen que, a diferencia de otras maneras de recalentar los alimentos, el microondas ayuda a preservar mejor los elementos nutricionales en una comida. Calienta los alimentos rápidamente, lo que significa que la vitamina C y otros elementos útiles no tienen tiempo para ser disueltos.

3. Mito: Deberías tomar una ducha una o dos veces al día.

Verdad: Sólo deberías ducharte cuando lo necesitas.

¿Por qué? La piel tiene una capa protectora que uno se saca con agua caliente y jabón, todo esto nos produce sequedad, que se nos pele la piel y hasta grietas (Por eso están las cremas). Esto puede, a su vez, conducir a la aparición de infecciones. Si sos una de esas personas que no soporta no poder bañarse dos veces en el día, bañate una vez y la otra limpia las áreas donde transpiras.

4. Mito: Deberías tomar vitaminas para hacer tu cuerpo más sano.

Verdad: Sólo un doctor puede decir si deberías tomar vitaminas o no.

¿Por qué? Una dieta saludable que contiene frutas y jugo puede dar al cuerpo todas las vitaminas que necesita. En el caso de enfermedad o embarazo, sólo un médico puede determinar exactamente qué vitaminas u otros elementos del cuerpo necesitas.

5. Mito: Deberías darte la vuelta cuando alguien tose o estornuda.

Verdad: No deberías ni estar en el mismo edificio que una persona enferma.

¿Por qué? Contener la respiración cada vez que la persona al lado tuyo estornuda es totalmente inútil. Cuando estornudan, los gérmenes salen de los pasajes de aire de un apersona a una velocidad de cinco metros por segundo y el número de estas moléculas es tan grande que hay suficiente para cada miembro de toda la población.

6. Mito: Cuanto más dormimos, mejor.

Verdad: Dormir más de 8 horas puede causar letargo.

¿Por qué? Dormir mucho puede ser tan perjudicial como no dormir nada. Un profesor del Centro de Investigación del Sueño cree que más de ocho horas de sueño puede conducir a fracasos en el trabajo del cerebro, como resultado de lo cual un individuo puede sentirse lento y pensará más lentamente. Un adulto debe dormir alrededor de ocho horas — es en esta cantidad de tiempo que el cuerpo se puede restaurar con éxito a sí mismo. Si te encuentras deseando dormir más que esto sobre una base regular, vale la pena realizar un examen médico. La somnolencia puede ser uno de los signos de una enfermedad crónica.

7. Mito: Deberías lavarte los dientes después de cada comida.

Verdad: Deberías lavarte los dientes dos veces al día.

¿Por qué? Siempre escuchamos que hay que lavarse los dientes después de cada comida. Pero en realidad no debe cepillarse los dientes muy a menudo bajo ninguna circunstancia. Esto es en especial si has comido recientemente algo dulce o ácido. El esmalte de tus dientes, suavizado por los ácidos, será más vulnerable a los daños de los componentes abrasivos de la pasta de diente. Lo mejor que puedes hacer es simplemente enjuagarte la boca con enjuague bucal o agua. Si te deseas limpiar los dientes, espera al menos media hora.

8. Mito: Usar una alarma es la mejor manera de despertarte.

Verdad: Despertar de pronto puede ser malo para ti.

¿Por qué? Investigaciones llevadas a cabo en Japón han demostrado que el uso de un despertador no sólo altera nuestros ritmos biológicos, sino que también puede causar daño al corazón. La presión arterial de una persona se levanta cuando son despertados por una alarma, quedando en un estado de “preparados para pelear” — esto nunca es bueno para el cuerpo. Si realmente no tenes tiempo para despertar de forma natural e ir a la cama antes no es posible, entonces por el bien de tu salud buscate una alarma que te despierte gradualmente en lugar de que te sobresalte.

9. Mito: Deberías dormir una siesta después de comer.

Verdad: Dormir después de comer te hace ganar peso. (Ahora entiendo tooodo)

¿Por qué? Después de comer nos entra la “fiaca” y queremos ir a dormir en seguida. Sin embargo, este hábito puede tener consecuencias negativas, especialmente si estás buscando tener una mejor figura. Cuando una persona va a dormir, su cuerpo comienza a colocar calorías “en reserva” en lugar de quemarlas. De esta manera, el sueño después de una comida pesada puede conducir a un aumento de peso adicional. Si realmente quieres tomar una siesta después de la comida, primero date una vuelta de 20 minutos con el fin de quemar alguna de esas calorías.

10. Mito: Todos los lentes de sol te protegen del sol.

Verdad: Sólo los lentes de alta calidad pueden protegerte de los rayos del sol.

¿Por qué? Los oftalmólogos argumentan que los anteojos baratos no hacen nada para proteger tus ojos de los rayos ultravioleta. Cuando miras una luz brillante, instintivamente estrechas los ojos con el fin de protegerlos de daño. Si llevas lentes, tus ojos permanecen tan anchos como cuando no miran la luz, permitiéndole penetrarlos en mayor grado. Los anteojos de sol baratos no tienen una capa protectora eficaz, así que no sólo no protegen sus ojos del daño sino que los someten a un riesgo mayor que si no los estuviera usando.

Fuente: UPSOCL.