Ciertas características que tiene Mendoza le han servido para posicionarse en el país, por fuera de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, para espectáculos deportivos de nivel. Sucedió con Los Pumas, recientemente; y, ahora, con el partido que jugarán River Plate y Talleres de Córdoba. Sin embargo, más allá de la hotelería de primera y la infraestructura de servicios, es increíble que la Provincia siga fallando en la organización.

Ocurrió, de hecho, con el rugby y sucede con el fútbol, con apenas poco más de una semana de diferencia. En ambos casos, lo que predominó fue el caos para tratar de obtener una entrada y miles de fanáticos en las inmediaciones del estadio mundialista. El Gobierno, que busca capitalizar con un anuncio el espectáculo deportivo, luego se desentiende de los aspectos cruciales que hacen de una buena gestión y lo que se ha observado es la improvisación. No sirve, de esta manera, ni al turista ni al buen hincha ni al empresario del sector ni a nadie, y son las cosas por las que, después, esta tierra no vuelve a ser elegida como destino.