A Alejandra Naman, Néstor Piedrafita y a todo el ARI y al socialismo de Mendoza: queremos expresar nuestra opinión acerca de las elecciones del 28 de junio. Desde ya que ustedes la conocen, ya que hemos tenido reuniones en las que se la hemos transmitido. A nuestro entender, estamos en condiciones de instalar una alternativa electoral que ocupe un espacio vacante: el de las fuerzas populares, progresistas y de izquierda.

    Una opción que bregue por la distribución de la riqueza, la renovación política, la defensa del ambiente, la recuperación de los recursos naturales, la equidad de género, el respeto por la diversidad y la inclusión de los jóvenes, entre otros planteos. En ese marco lanzamos la candidatura de Graciela Cousinet a senadora nacional, poniendo el resto de la lista al servicio de quienes consideran que podemos ocupar ese espacio vacante y poder hacerla confluir con quienes desde otras fuerzas creen que eso es posible.

    Consideramos que todas las listas de los partidos tradicionales ofrecen opciones conservadoras que representan no sólo a la vieja política, sino a los intereses económicos más concentrados. Por eso, al observar el posible apoyo del ARI mendocino a la lista de la UCR, teniendo en cuenta el respeto que les tenemos, consideramos que poco tendría que ver eso con una representación genuina del espacio popular, progresista y de izquierda de nuestra provincia.

    De más está decir que no se combate a la derecha con más derecha. Eso hace Kirchner con Rico, Saadi, Barrionuevo, Scioli, y eso hace Carrió con Prat Gay, Bullrich, López Murphy, Estenssoro. Ni Kirchner ni Carrió serán el eje de ese espacio popular. Las fuerzas que buscan representarlo deben tener audacia y autonomía, como bien lo muestran en la provincia de Buenos Aires Sabatella y Ceballos, y no ser furgón de cola de proyectos que nada tienen que ver con los intereses de las mayorías. En Mendoza, la menos que mediocre gestión de Jaque y el más que triste papel de la oposición no resisten que dilatemos el debate.