En abril la inflación en Mendoza fue del 3,2%, mientras que a nivel nacional la cifra fue del 2,6%. Lo mismo sucedió en marzo donde el Índice de Precios al Consumidor (IPC) provincial superó al que marca el Indec.

Desde la Dirección de Estadísticas e Investigaciones Económicas (DEIE) informaron que ​en abril la inflación se disparó en Mendoza por el aumento del gas, de los alimentos y las bebidas.

El economista José Vargas realizó un análisis de esta situación. Según explicó, generalmente las provincias del interior suelen tener un IPC más alto que Buenos Aires “porque allí se concentra la mayor cantidad de precios regulados, ya que los gobiernos nacionales se preocupan de que los precios no crezcan tanto como en el interior”, señaló.

Además indicó que en Buenos Aires hay más competencia, mientras que en la provincia todo se concentra en el Gran Mendoza y la cantidad de comercios es menor. Otra explicación que dio Vargas acerca de la diferencia de porcentaje entre provincia y nación está relacionada al componente impositivo en los alimentos.

“En abril estuvo el impacto de los acuerdos salariales que luego se trasladó a los precios”, indicó el economista. Además señaló que Mendoza es una de las provincias más caras por el costo de la logística y fletes.

Si bien la inflación depende de políticas macroeconómicas, Vargas afirmó que la provincia tiene algunas herramientas para “suavizar” como por ejemplo, la disminución de impuestos en algunos rubros para que el impacto sea menor. Además puede fiscalizar para que los precios no sean “abusivos”.

En el gobierno provincial se mostraron optimistas en que la inflación disminuya en los próximos meses y ronde el 1% mensual. Sin embargo Vargas consideró que si bien puede bajar esa meta es “difícil” de cumplir, teniendo en cuenta que se estima una inflación anual para la provincia que rondará el 24% y el 26%.

Sin embargo el economista Sebastián Laza maneja otra teoría. En su análisis manifestó que las provincias turísticas como Mendoza “suelen ser más caras”. En torno al rubro de alimentos y bebidas, señaló que la provincia tiene una “alta penetración” de supermercados e hipermercados, donde los precios “suben a un ritmo mayor que en los negocios de barrio”.

“La inflación puede ir bajando un poco, pero creo que la meta del 17% anual va a ser imposible. Bajará porque no hay tanto arrastre estacional de servicios e inicio de temporada escolar”, concluyó.

Por su parte el economista Raúl Mercau, en un primer análisis, señaló que en Mendoza “hay una mayor capacidad y concentración de los formadores de precios y alimentos”.

“Una primera intuición dice que hay una estructura de mercado que posibilita una mayor facilidad para aumentar los precios, eso se da por una posición dominante”, afirmó el ex ministro de Economía durante la gestión de Celso Jaque.

A diferencia de otros, Mercau, señaló que la provincia no tiene herramientas para influir en la inflación e indicó que depende de la política nacional. “Veo difícil que de niveles del 3% se baje al 1%”, advirtió.