Esta hortaliza vino a desbancar a la espinaca, con todo y Popeye, y se está convirtiendo en la reina de los productos verdes. Muchos la estamos descubriendo y otros ya la consideran popular cuando de cuidar el cuerpo y la salud se trata, pues es excepcionalmente rica en nutrientes, muy benéfica para la salud y de bastante buen sabor.

Algunos la consideran uno de los vegetales más sanos del planeta. Su nombre científico es Brassica oleracea y es originaria de Asia menor, de donde llegó a Europa alrededor del 600 dC. Sin embargo dos de sus variedades, la “ornamental” y la “dinosaurio”, fueron cultivadas por primera vez  en Estados Unidos en los ochenta.

Se consigue en los mercados y es una verdura muy fácil de comer. Una taza de kale contiene escasas 33 calorías, es muy rica en calcio, vitaminas A, C y K, en mayor proporción, sin contar su alto contenido de minerales, antioxidantes y fibra.

Nutricionistas recomiendan incluir una taza y media de kale en nuestra dieta dos veces a la semana. Búsquenla y traten de comprarla firme y de color intenso. Generalmente tiene que refrigerarse en bolsas de plástico para no perder sus nutrientes y para que sus hojas permanezcan frescas -para que sepan, los de hojas más pequeñas son los de mejor sabor. Se guarda hasta por 5 días en el refrigerador y solamente hay que lavar las hojas que se van a usar inmediatamente.

Tips para comer kale

  • Es ideal para hacer jugos por sus abundantes nutrientes, a las sopas de pasta, como la clásica de de coditos o fideos, agréguenle pedacitos de kale como a veces lo hacemos con espinaca.
  • Sustituyan la lechuga del sándwich de siempre, por kale. El sándwich de cebolla caramelizada con queso derretido y kale es delicioso.
  • Prepara una ensalada de kale con trozos de pollo, o salmón a la parrilla y una vinagreta de  partes iguales de aceite y caldo de pollo con una yema de huevo, es una deliciosa opción.