La endivia o endibia, da igual como se escriba, es una hortaliza de invierno, de hojas blancas y apretadas, que se obtiene forzando el desarrollo de una raíz de escarola en la oscuridad, que forma un cogollo alargado.

Es una hortaliza bastante moderna. Alrededor de 1850, un campesino de los alrededores de Bruselas, se dio cuenta que unas raíces de achicoria silvestre que había abandonadas en la sobra y en el calor, estaban dando unos brotes alargados, de hojas amarillentas.

Descubrió que eran comestibles, y a partir de ese día se dedicó a cultivarlas. Al poco tiempo, un botánico belga llamado Crézier mejoró el procedimiento de decoloración y los brotes adquirieron su aspecto actual.

La endibia es llamada en distintos sitios de distintas maneras en Bélgica se la llama witloof (hoja blanca en flamenco), en Alemania se la llama “achicoria de Bruselas”, y en Gran Bretaña se la llama “achicoria belga”.

Se deben vender con las hojas muy firmes, brillantes, inflada y sin manchas. Es muy digestiva y muy poco calórica, solo tiene 20 calorías por cada 100 gramos, rica en agua, en potasio, vitaminas C, B1, B2 y provitaminas A.

Al igual que ocurre con los cogollos blancos de lechuga, la endivia se convierte en un alimento ideal para incluir en deliciosas, ligeras y nutritivas ensaladas, aportándole un ligero –y curioso- sabor amargo. Es de destacar que este sabor dependerá directamente de si durante se crecimiento ha sido protegida o no del sol, dado que a más sol, más amarga será.

Pero al igual que ocurre con la alcachofa, precisamente a ese sabor amargo le debemos la mayoría de las propiedades que encontramos en la endivia cruda (la lactucina y la cumarina).

Ambas son sustancias con acción antiinflamatoria, por lo que es un alimento ideal para aliviar los síntomas de enfermedades como la artritis y la gota.

Es un vegetal recomendado en personas con diabetes, gracias a que ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, mientras que es capaz de rebajar los niveles de colesterol alto y aumentar el colesterol bueno.

Es rica en fibra, de forma que su consumo es interesante no solo contra el estreñimiento, sino para estimular la salud del intestino gracias a que ejerce una acción prebiótica en nuestro sistema digestivo.

 

Vamos a la degustación:

Endivias

Aroma: a lechuga.

Sabor: suave, algo amargo.

Textura: hojas frescas

Precio: $20 el bulbo.

¿Lo llevamos a casa?

Si, para esta época de las fiestas es una opción diferente y más elegante para hacer ensaladas.