Un hombre de 36 años condenado por robo, que cumplía prisión domiciliaria monitoreado con pulsera, se había fugado en agosto y está acusado de perpetrar un asalto mientras se encontraba en la clandestinidad, fue detenido la mañana de este miércoles en su casa del barrio Lihué de Guaymallén.
Lo llamativo del procedimiento es que su padre, un cabo de la Policía que se desempeña en el Cuartel Central de Bomberos identificado como Roberto Coronel, también fue arrestado por los efectivos de la Unidad Investigativa de Guaymallén (UID) porque amenazó a una colega con una pistola calibre 9 milímetros durante la captura de su hijo. Le colocó el arma en la cabeza para evitar la detención y terminó reducido y a disposición de la Justicia.
El progenitor del recapturado, quien tiene antecedentes por amenazas y lesiones, también está sospechado de facilitarle el arma reglamentaria a su hijo para cometer asaltos. Por todo esto, ambos fueron derivados a la Oficina Fiscal Nº 9.
El reo detenido es Roberto Ángel Coronel Lucero, quien fue condenado en el 2012 a siete años de cárcel por robo agravado en grado de tentativa y recibió el beneficio de la prisión domiciliaria monitoreada en la casa 7 de la manzana 6 del barrio Lihué. Es reincidente y el cumplimiento de la pena es el 24 de febrero del 2019.
El pasado 12 de agosto, Coronel Lucero traspasó el rango de límite permitido para moverse y la alarma se activó. Básicamente, rompió la pulsera y huyó. Una movilidad policial, la 2877, fue hasta la vivienda y un auxiliar primero constató que el sujeto no se encontraba en el lugar.
Hace pocos días, Coronel Lucero fue acusado de cometer un asalto con una pistola 9 milímetros. La víctima de ese hecho persiguió al asaltante y detectó que el autor del atraco ingresó a una casa del barrio Lihué. Se trataba de la propiedad donde debía estar arrestado el reo de 36 años.
Del domicilio salió un policía uniformado y amenazó al hombre que seguía los pasos del malviviente. La víctima del asalto vio, además, cómo Coronel Lucero le pasaba el arma al miembro de la fuerza. Todo este accionar fue denunciado ante la Justicia.
Ante la gravedad de los hechos, la UID comenzó a trabajar en el caso. Así fue que allanaron este miércoles la casa del barrio Lihué. Cuando se desarrollaba el procedimiento el cabo Coronel, contaron las fuentes policiales consultadas por El Sol, defendió a su hijo y amenazó a una efectivo con el arma reglamentaria.
Los testigos señalaron que se vivieron momentos de tensión en el lugar porque colocó la pistola en la cabeza de la uniformada, quien había ingresado con la orden de allanamiento.