Vivimos en una sociedad que nos pide ser multitasking; incluso en algunos trabajos se premia la capacidad de ser intenso, activo y poder atacar varios frentes a la vez para generar efectividad laboral. En el ámbito de los negocios, son cada vez más las madres que se animan a combinar su vida familiar con su vida profesional. En este sentido, son numerosas las acciones que emprenden casi en paralelo, con el fin último de tener algo de tiempo libre para ellas: hablan por teléfono, ayudan a sus hijos con la tarea y organizan las actividades que deben realizar al día siguiente haciendo uso de Internet desde la computadora.

Cuantas más tareas tenemos, en lugar de priorizar y discriminar, intentamos hacerlas todas juntas. Sin embargo, de este modo tendemos a saltar rápidamente de una a otra, sin concentrarnos en ninguna de ellas. Según Facundo Manes, el neurocientífico argentino, creer que uno es más productivo al hacer muchas cosas al mismo tiempo es un mito que hay que erradicar porque el cerebro funciona mucho mejor cuando se ataca una cosa por vez. 

Por eso, lograr una organización óptima en el trabajo es fundamental para no trasladar el caos a casa y para, sobre todo, liberar varias horas del día para disfrutar de la familia, sin por eso descuidar ni un ápice la profesión o el negocio. Para ello, Luciana Paulise -Máster en Administración de Empresas e Ingeniera en Calidad, fundadora de la Consultora Biztorming y autora del recientemente lanzado libro “SOS Pymes. 20 claves para potenciar tu empresa”– recomienda implementar estos pasos, cualquiera sea el negocio al que te dediques: 

#Definir qué es “urgente” e “importante”

Cuando estamos en crisis, solemos clasificar todo como urgente e importante; sin embargo es necesario organizarnos, y planificar nuestras tareas para que aquellas que consideremos realmente importantes se hagan con tiempo, antes de que se conviertan en urgentes. De esta manera, las que no sean tan importantes se harán luego o podremos delegarlas.

#Planificar según prioridades

Siempre tener un plan semanal que permita identificar qué hay que hacer, quién lo tiene que hacer y cuándo debe ser terminado. Aunque no siempre se cumpla, tener un objetivo aumenta la probabilidad de realizar todo lo previsto y dejar claro lo que está pendiente.

#Definir una herramienta de comunicación

Para evitar olvidar reuniones pendientes, lo ideal es que el plan de acción esté escrito en algún lado, ya sea un calendario online o un tablero de corcho o pizarra en la pared en el caso que trabajemos con otros colaboradores.

#Reducir distractores

Las reuniones de equipo, por ejemplo, son claves para asegurar la efectiva comunicación interna, sin embargo los celulares y los mails suelen ser un gran distractor. Esto genera frustración en la gente porque los problemas no se terminan de discutir y, por ende, no se resuelven.

#Definir rutinas

 A algunos les cuesta más que a otros concentrarse en una tarea a la vez; a estas personas se les puede ayudar asignando momentos determinados para que realicen las labores que les corresponden.

#Delegar

Con la organización de las tareas pertinentes, se volverá más sencillo dividirlas y delegarlas a quienes podrían hacerlas más eficientemente, y concentrarnos en las que podemos hacer mejor nosotras. Contar con un equipo que incluya no sólo socios, sino también madre, suegra, niñera o pareja es parte fundamental de poder disfrutar de lo que nos gusta hacer, y poder hacerlo bien.

#Cambiar la cultura de trabajo

Es importante para evitar el multitasking implementar una metodología que permita contribuir al orden. Un ejemplo es el método 5S, el cual ayuda a que “cada cosa esté en su lugar”, todo pareza como nuevo y todo pueda encontrarse en menos de 30 segundos,  al estilo Marie Kondo con “La Magia del orden”. Puede utilizarse tanto en una oficina, un local o en una fábrica como en la casa, en la cocina y hasta en el dormitorio, incluso con chicos pequeños. ¡A guardar, a guardar, cada cosa en su lugar!