El primer ministro saliente de Irak, Nuri al Maliki, exhortó hoy a las fuerzas políticas del país a no imponer condiciones para entrar en el nuevo Ejecutivo encabezado por el chií Haider al Abadi.

En su discurso semanal a la nación, pese a haber anunciado ya su renuncia al cargo en favor de Al Abadi, Al Maliki llamó a formar un gobierno de unidad nacional, pero que no repita los “errores del anterior”, en alusión a que muchas fuerzas forzaron hasta el límite del plazo para poder imponer a sus candidatos a ministros.

“El Ejecutivo debe ser formado de forma diferente al previo, en el que los partidos apuraron los plazos, por lo que el primer ministro se vio obligado a aceptar a sus candidatos por falta de tiempo”, dijo.

El pasado 14 de agosto, Al Maliki anunció su renuncia al cargo y su apoyo a Al Abadi, quien tiene un plazo constitucional de 30 días para tratar de formar gobierno.

El primer ministro saliente se dirigió a Al Abadi para reclamarle que “no se pliegue ante las condiciones que se le intenten imponer”, y recordó que, en ese caso, sería preferible que la mayoría que ostenta su coalición, Estado de Derecho, imponga su gobierno.

Pese a sus llamamientos a un gobierno de concentración, el primer ministro saliente especificó que este no deberá incluir “a nadie que no crea en la unidad del país, o que tenga milicias a su servicio, o que obedezca las agendas de países extranjeros”.

Respecto a la amenaza que plantea la ofensiva del yihadista Estado Islámico (EI) en el norte de Irak, Al Maliki dijo que su país será el “cementerio” para los extremistas de este grupo.

Al mismo tiempo, instó a las fuerzas aéreas del Estado a que golpeen las posiciones de los yihadistas, pero “no de forma indiscriminada” por temor a bajas civiles.

“Llamo a los altos mandos del Ejército y de las Fuerzas Aéreas a no bombardear las zonas habitadas por civiles y concentrarse en las que están desplegados los combatientes del EI”, añadió.