Al menos 88 personas murieron y más de 63 mil se han quedado sin hogar después de una semana de lluvias torrenciales que provocaron inundaciones en Corea del Norte, informaron medios estatales. Unas 134 personas resultaron heridas al paso del tifón Khanun en el país. Las inundaciones provocaron enormes pérdidas humanas y materiales, señalaron medios oficiales en Pyongyang. El miércoles se habló sólo de ocho muertos.

El tifón golpeó, sobre todo, en el suroeste del país, destruyendo o inundando más de 17 mil edificios al sumergir o arrastrar 30 mil hectáreas de suelo de superficie agrícola. Además, 60 fábricas resultaron dañadas y muchas carreteras tuvieron importantes averías. Corea del Norte es una de las naciones más pobres del mundo. Según la ONU, 16 millones de personas –dos tercios de la población– están desnutridas o no tienen garantizado el acceso a alimentos.

Además, el país es uno de los Estados mas aislados del mundo, debido a la disputa internacional por su programa de misiles y armas nucleares. Luego de una serie de catástrofes naturales y de mala gestión económica, el país depende desde hace años de la ayuda del exterior para alimentar a su población. En los 90, una hambruna dejó decenas de miles de muertos.