La defensa del sacerdote Nicola Corradi -condenado a 42 años por abusos sexuales a menores en Mendoza- presentó un recurso para evitar que el octogenario compareciera ante la Justicia de La Plata por la causa que investiga hechos similares ocurridos en esa ciudad entre 1982 y 1991.

A pesar de que el Tribunal de Casación Penal bonaerense declaró prescripta la investigación para parte de los denunciados, esto no implicaba al fundador del Instituto Próvolo, porque en Mendoza se habían solicitado prorrogas a fin de que se terminara el juicio que derivó en una histórica condena.

Por tal motivo, los plazos en su caso quedaban suspendidos.

Fuentes judiciales, explicaron que los abogados del cura italiano plantearon un Hábeas Corpus, alegando que los hechos que se investigan habían expirado y además solicitaron el sobreseimiento.

Ahora, la Justicia de La Plata deberá analizar este nuevo planteo que, por ahora, frena el traslado del religioso, quien purga una alta condena con prisión domiciliaria por los abusos a niños sordos en Mendoza.

Esta semana estaba prevista la imputación del sacerdote de la orden Compañía de María para la Educación de Niños Sordomudos, pero este planteo frenó su viaje.

Corradi solicitó además ser desvinculado en la causa en la que lo investigaban junto a Eliseo Pirmati (localizado en un asilo en Italia y cuya extradición se había pedido) y José Brítez (profesor de informática del Instituto Próvolo), quienes fueron acusados de abusar al menos de 5 niños sordos internados en ese establecimiento, a los que además golpeaban, imponían fuertes penitencias y sometían a servidumbre.