Rompió el silencio Fernando Farré, el empresario que mató a su esposa de 74 puñaladas y que acaba de recibir prisión perpetua. Desde el penal habló con los periodistas de medios nacionales y tocó, entre otros temas, la relación con sus hijos y cómo aprende a subsistir en un pabellón donde el 74% son violadores. De pasar de una vida de lujo, codeándose con personajes que van desde Mario Vargas Llosa a Ricardo Ford, a ser uno más en la vida “tumbera”.

“Yo asesiné a mi mujer, la madre de mis hijos. De un acto que no fue a sangre fría, pero que ocurrió. ¿Qué pasó? No lo sé. No tengo explicaciones. Yo no me sentía yo. No me sentía responsable. Evidentemente no sabía lo que hacía. No voy a premeditar hacer esa barbarie. Que me acusen de eso me pareció irritante”, dijo casi como poniéndose un cassette en diálogo con Infobae.

Sobre su vida en la cárcel reconoció: “Acá hay violadores, es cierto. Hay de todo. Pero me respetan. Yo soy muy tranquilo, generoso y no soy un abusador de niños. Algunos presos me dicen ‘mataconcha’, pero es un tema de la cárcel. No te diría que hay respeto. Pero el preso entiende a una persona que se le borra la cinta”.

Fernando Farré, detenido después del crimen de su mujer. Gentileza.

– ¿Qué es eso?, interprela el periodista

– “Que se te borra la cinta. Acá les pasó a muchos. La memoria. Hay muchos abusadores, muchos en los pabellones de Evangelistas que se refugian. Yo no me tengo que refugiar de nada“, aseguró sin sonrojarse.

– ¿Se siente protegido en la cárcel?

– Y sí. Si salgo la gente me lincha.

– Vivió en las mejores ciudades del mundo. ¿Le pesa estar encerrado?

– Es muy distinto. Acá miro la tele con los presos. Fútbol, las series de cárceles, como El Marginal. Afuera yo era otro, miraba Netflix y House of Cards (se ríe). Es cierto lo que se ve en esas series. Cómo hablan acá. Yo hablo español, inglés, francés, italiano, portugués y acá hablan tumbero. Yo hablo un poco así con ellos. Ellos saben que convido yerba, cigarrillos, pero no le estoy pagando la fianza a nadie. Otros ponen un montón de guita para vivir bien, pero yo decidí ser uno más. Mucho jogging, zapatillas. Cuando voy a Sociología me visto un poco más formal.

Farré afirma que pasa sus días entre las series de TV para pasar el tiempo libre y que sobrevive a todo lo ocurrido por sus hijos, aunque ya no utilzan el apellido Farré porque perdió la patria potestad.

Fernando Farré, empresario exitoso.

-¿Le afecta la condena social?

– Es impresionante que algo tan privado, como una tragedia familiar, indescriptible, privada, haya tenido esta trascendencia. Jamás hubiera imaginado asesinar a nadie. Yo era una persona trabajadora, disfrutaba cierto placeres de una buena vida, tenía una buena pareja, lindos hijos, era buen compañero.

Farré asesinó a Claudia Shaefer de 74 puñaladas. Fue en la última reunión que iban a tener en la casa que alquilaban para los fines de semana en el country Martindale, en Pilar. El femicida asegura que no premeditó el crimen, que fue con su mamá y que le restaba importancia al asunto, pero admite que negaba la posibilidad de separarse, lo que a esa altura de la relación era un hecho consumado.

“Matarla fue una profecía autocumplida. Parecía que algo dentro de mí había, aunque si lo vas a hacer no lo anunciás”, dijo.

-Varias veces dijo que en el transcurso de la separación tuvo dos aproximaciones al suicidio y que Claudia lo frenó. ¿En el momento que la mató no pensó en suicidarse?

– Analizándolo después tal vez lo hubiera hecho pero no me dieron tiempo. Apareció mi mamá. Cayó la policía. Si no hubiera habido nadie tal vez me habría suicidado.